Intereses públicos, beneficios privados
27/12/2008
El pasado día 11 asistimos con estupor a la declaración, por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León , del «interés público de primer orden» de las explotaciones a cielo abierto en las Reservas de Biosfera de Laciana y Babia.
No parece sino que tras los numerosos reveses judiciales de estas explotaciones y el implacable marcaje que sobre ellas mantiene la Comisión Europea tratarían así de eludir la acción de los tribunales de justicia forzando de esta manera su ejecución a cualquier precio.
Nada nuevo; en realidad este gobierno regional ya nos tiene acostumbrados a jugar con las cartas marcadas y los ases en la manga como en los casos de San Glorio (León y Palencia), Las Navas del Marqués (Soria), la ciudad del golf ( Ávila) o La Covatilla ( Salamanca). En este tipo de decisiones arbitrarias son habituales los argumentos tergiversados o maquillados que desgranados con un elevado nivel demagógico procuran obtener determinados e inconfesables réditos. Todo les vale.
Por si alguien aún lo ignora, la extracción de mineral a cielo abierto es, de entre todas las opciones, la de máxima agresividad para el medio ya que implica su absoluta destrucción con la imposibilidad aparejada de albergar vida o de prestar cualquier otro servicio durante un tiempo variable e indeterminado pero que en nuestras comarcas configuradas por profundos valles y elevadas montañas, seria un prolongadísimo proceso equivalente a muchas generaciones humanas. Por si esto no fuera suficiente se sitúan la mayoría de las veces muy próximas a los núcleos urbanos con las subsiguientes consecuencias de despoblamiento y de miseria . Gozan estos montes, además de todo tipo de protecciones ambientales: Natura 2000, Zona de Especial Protección del oso pardo, ZEPA o Espacio Naural Ancares-”Alto Sil. De poco sirven frente a la sinrazón, el culto al beneficio rápido sin mirar atrás, y los intereses partidistas, particulares o privados. Coge el dinero y corre. Agarra el enchufe y arrea. Toma la prebenda y calla.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León , órgano ejecutivo superior de esta administración, suponemos que perseguirá en sus resoluciones, el servicio al interés general y al bienestar de sus conciudadanos respetando siempre el marco legal y su máximo exponente: la Constitución Española, cuyo artículo 45 dice textualmente:
1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.
Bajo nuestro punto de vista, este articulo está siendo sistemáticamente violado a sabiendas, pues resulta obvia la imposibilidad de un desarrollo general y personal, cuyo resultado más evidente sería el de obtener una sociedad mejor y más justa; con el entorno destruido, el paisaje degradado, el agua contaminada y por lo tanto la salud pública comprometida. Todo ello por favorecer a una empresa privada que anualmente recibe ya una enorme cantidad de dinero publico para su funcionamiento y que a cambio ignora por completo su responsabilidad social corporativa pues jamás ha reinvertido un solo euro en la comarca.
Resulta vergonzoso comprobar como, con absoluta desfachatez, la Junta de Castilla y León con la total complicidad del partido mayoritario de la oposición, el PSOE, y el silencio sumiso del resto, otorgan patente de corso a un empresario con múltiples procesos judiciales abiertos por la hacienda pública y cuyos métodos empresariales tan bien conocemos y sufrimos por estos lares.
La administración local cuyo gobierno actual ostenta el PSOE, continuando en su línea de entrega incondicional al empresario Victorino Alonso, aplaude calurosamente tamaña indignidad, coincidiendo paradójicamente con sus eternos rivales de la Junta de Castilla y León. Vivir para ver.
Filón Verde, por su parte, ni está dispuesta a contemplar impávida la ejecución de la sentencia, ni quiere mirar hacia otro lado, por lo que solo le queda por hacer lo único que siempre supo: batallar persiguiendo una quimera, el imperio de la ley.
1 comentario:
Veremos si esto es capaz de frenar el ultimátum que le acaba de dar la Unión Europea al Estado Español por las explotaciones a cielo abierto de Laciana.
Eso sí, que la multa la pague Zapatero y los responsables de la Junta de su bolsillo, no del dinero de todos los españoles.
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