miércoles, 10 de febrero de 2010

LA SENSIBILIDAD ES TOTALMENTE INCOMPATIBLE CON LA BARBARIE

Hay veces que los más sinvergüenzas se piensan que tienen a sus pies a todo zurro y burro, con ello están acostumbrados ha hacer lo que les de la gana. Pués bién esta vez este mequetrefe- el que véis en la foto- si por tener tiene será a sus aduladores, bufones de turno, y  tal vez a algún inconsciente que no se ha enterado de la fiesta.
El día 20 de febrero va a quedar en el recinto de La CASA DE LEÓN EN MADRID, como un mal día, tal vez como un mal sueño, por que ese día faltará la sensibilidad del gran poeta "Juan Carlos Mestre, que como no podía ser de otra manera, no ha querido compartir su sensibilidad con la barbarie que destila Victorino Alonso y toda su "tribu".
                                      

Quiero con todos vosotros compartir la "carta" que Mestre ha enviado a la Casa de León-  es una carta que el propio poeta a querido difundir a los cuatro vientos.
                                                                                

      















Sr. José Rafael Álvarez De La Puente
Presidente de la Casa de León en Madrid

Estimado amigo, como imagino será ya de tu conocimiento en fechas pasadas he comunicado al alcalde Ponferrada mi no aceptación al reconocimiento que vuestra generosidad ha tenido a bien plantearme, y que me permito reiterarte ahora para evitar cualquier equívoco al respecto. Mi pequeña y acaso prescindible conciencia de amor por la tierra del Bierzo, a la que he dedicado parte significativa de mi obra poética, ya en el elogio de la memoria de los antepasados, ya en la celebración de la naturaleza y radical hermosura de su paisaje, me han llevado a creer, acaso sin razón, que esa es también mi única identidad como persona, el encargo que nadie me ha hecho pero que defenderé hasta el último día de mi vida: la defensa de la casa del padre, la heredad de la tierra natal como único lugar de posible belleza para el porvenir de las generaciones futuras. Creo en ello y de ello he hecho única y simple causa de mi vida. Por ello, me resulta moral y éticamente inaceptable la indiferenciación y equívoco que mi presencia en el acto de la casa de León pudiera suponer. Estoy totalmente en contra, es más, me aterra, el saqueo, la destrucción, el atentado ecológico, la agresión a la naturaleza sagrada de la tierra berciana que suponen las minas y explotaciones a cielo abierto, hechos denunciados y sub judice ante organismos internacionales, y tan reiteradamente cuestionados ante la opinión pública por los más diversos sectores sociales. No puedo compartir tribuna, bajo ningún argumento de mi conciencia, con alguien responsable de esos hechos. Te ruego, y sé que lo entenderás, aceptes mi declinación a aceptar esa distinción que me propusisteis en su día, pero a la vista de los hechos mi presencia en el acto sería desde todo punto de vista incongruente para mí y más que incómoda para aquellos con los que mi discrepancia tan rotundamente se manifiesta. Muchas gracias por tu atención. Recibe un cordial saludo y disculpa el trastorno que esta decisión pudiera causarte. Atentamente:
Juan Carlos Mestre









































                                                                                    

5 comentarios:

María del Roxo dijo...

Da gusto ver que todavía queda gente con principios.

Carlos de Sebastián dijo...

Aún queda gente con dignidad y quien no entienda este tipo de actitud es que carece de dignidad. Mi humilde aplauso a Juan Carlos Mestre.

Tere Pardo dijo...

Ya le podìa trasmitir algo de sensibilidad Mestre a Vitorino.
Desde laciana le doy mil gracias

Xastre dijo...

Los políticos que permiten estos desmanes contra la Naturaleza y contra el sentido común más básico también tienen sus principios (al parecer, marxistas): si no les convienen a ellos o no gustan a los poderosos, los cambian por otros. Enhorabuena a Juan Carlos Mestre por su valentía.

Anónimo dijo...

Juan Carlos Mestre es el primero que se ha atrevido a dar la cara por su tierra públicamente. Hasta hoy, todos se han callado como gallinas que son. Poco les ha importado ver cómo iba desapareciendo nuestro Bierzo idílico, el de nuestros antepasados y también el de nuestros hijos, que no podrán conocer jamás porque fue arrasado por la barbarie del beneficio rápido y la incultura. Sólo Álvarez de Paz tuvo un destello de comprensión público con los ecologistas, los que luchan contra Victorino Alonso y los que se ocultan tras él. Si hubiese justicia algún día debería exigírseles cuentas y llevarles ante el juez, tanto a a él como a todos sus acólitos.

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